lunes, diciembre 18, 2006

Tronó Mar del Plata


El último sábado, la banda más popular del rock nacional, La Renga, brindó un show en el estadio Jose María Minella para presentar su séptimo disco de estudio: Truenotierra. La presentación no pudo estar mejor ambientada, ya que a dos horas de que empezara el show, el cielo se volvió negro, se decoró con truenos y comenzó una de las tormentas mas fuertes que sufrió “La Feliz” en el último tiempo. Allí el recital empezó a renguear por la cornisa, entre el corte de luz y toda el agua caída se habían quemado tres parlantes, lo que impedía dar el mayor esplendor posible en su sonido, para colmo, el grupo electrógeno del estadio no daba a basto para abastecer a todo lo que había sobre el escenario. Finalmente se alquiló un camión generador de electricidad y el show se hizo.

Sobre un escenario decorado, apenas, con el águila de la tapa del nuevo cd, ya que los telones y pantallas que estaban previstas colocarse no pudieron aparecer en escena, apareció el trío de Mataderos cuando eran las 21:55. Las 30000 almas presentes comenzaron a cantar (como lo hicieron en la previa bajo el agua) mientras sonaba las notas de “Oscuro diamante” el primer corte difusión de su nuevo trabajo, luego continuaron con “A tu lado” y luego de terminado el tema el líder de la banda saludo al público “Buenas noches…El único público de rock que se la banca es este” lo que hizo delirar aún más a la gente. El show continuó con “Al que he sangrado” y “Almohada de piedra”.

Durante dos horas y medias, tocaron temas de Truenotierra e históricos como “El Terco” y “El twist del pibe”. Sobre el final hicieron un mini homenaje a Norberto “Pappo” Napolitano, donde apareció, con la viola del “Carpo” en mano, Alberto “Miyo” Miglioranza, técnico de grabación de la banda, para tocar los acordes de “Viva Pappo” y la gente le hizo su propio tributo al violero con el “Y dale Pappo, dale dale Pappo…”.

Antes de despedirse “Chizzo” dejo en claro “nos vemos en Enero en Córdoba” donde el 20 de ese mes dara un show.


Juan Pablo Mirabile